domingo, 23 de marzo de 2014

Bibliografía

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sábado, 22 de marzo de 2014

Un acercamiento práctico

Se recomienda que al comienzo de cada signo se estudie previamente el trabajo de Hércules a desarrollar.
Es una forma de familiarizarse con las energías de cada signo y de profundizar en sus características y cualidades. Como se verá, cada signo posee un simbolismo astrológico muy profundo que puede adaptarse perfectamente a los tiempos actuales.
La propuesta pasa por mantener la "presencia" del signo en nuestro día a día, acompañando a la plena atención en nuestra vida cotidiana.

Introducción a los 12 trabajos de Hércules

La historia de Hércules muestra el camino de ascensión que todo ser ha de recorrer. Podría ilustrarse este recorrido como un viaje en tren, con paradas en estaciones a modo de retos a superar, y aún siendo la experiencia en cada estación diferente para cada viajero, descubrimos en este viaje un patrón universal.
Desde la infancia nos han acostumbrado a relacionarnos con todo aquello que percibimos a través de nuestros cinco sentidos. De esta forma, con el bagaje adquirido, hemos ido conformando nuestra personalidad: nuestra forma de actuar y desenvolvernos en el exterior, nuestra forma de sentir y responder emocionalmente a los estímulos que nos llegan y nuestra forma de generar pensamientos e ideas con las que interpretar y explicar el mundo y nuestra vida.
Pero más tarde o más temprano, muchos seres humanos sienten que todo aquello que les vincula y con lo que interactúan no les proporciona la suficiente plenitud. Esa insatisfacción es percibida a modo de “vacío existencial” que conduce a muchos a un camino de búsqueda.
La andadura en el camino revela que esa dicha anhelada se encuentra más allá de la actividad los cinco sentidos. Esta estrella de cinco puntas que son los sentidos, intervienen a modo de velo en este proceso de búsqueda.
En este proceso de descubrimiento, de obstáculos que impiden ver la luz detrás del velo, el hombre se irá reencontrando y reeditando progresivamente a sí mismo. Es un viaje, en el cual, a pesar de los destellos que en ocasiones van a ir iluminando el camino, el viajero se extraviara y malogrará sus esfuerzos. Asimismo, deberá de aceptar que el descamino forma parte del propio camino. Pero también con cada avance, con cada nueva conquista, ya no se reconocerá como el de antes y poco a poco irá sintiéndose un nuevo hombre y más autoreconocido.
En ese proceso de auto-reconocimiento percibe asimismo que cada vez es menos diferente de los que le rodean y que ciertamente todos somos viajeros en tránsito. Llegará a sentirse como una ola más de un mismo océano.
Los trabajos de Hércules simbolizan este proceso de descubrimiento del océano, del Alma, del Yo Superior… de experimentar la consciencia del YO SOY.

El inicio de este camino hercúleo viene marcado por una necesaria sintonía con nuestro yo interior, pues los obstáculos que vamos a tener que ir superando tienen mucho que ver con nuestras ideas, pensamientos y creencias, que son el velo que habitualmente nos aleja de esa consciencia del YO SOY.
Comenzamos a retirar los velos que cubren el Alma en la medida que comprendemos y experimentamos que todo aquello que conforma nuestra personalidad procede de nosotros mismos, es decir, que nosotros somos la base de todo aquello que pensamos y sentimos, no aquello con lo que nos relacionamos e interactuamos, como estamos acostumbrados a creer.
Conforme el viajero incrementa su autoconsciencia en la experiencia, progresará desde la ignorancia a la sabiduría, desde su naturaleza material a su esencia espiritual.
La historia de Hércules nos ilustra y ayuda a comprender los pasos a dar en esa transformación. Es un viaje iniciático experimentado a lo largo de 12 cualidades, 12 signos del zodíaco, los doce pétalos del Corazón del Chakra cardíaco…
En cada signo adquirirá mayor autoconocimiento venciendo las tendencias habituales de su personalidad y, de esta forma, irá controlando y gobernando su destino.
Es una historia astrológica y simbólica en la que se suceden logros y éxitos, pero también caídas y pérdidas.
Por todo ello, resultará sencillo reconocer en este mito un arquetipo universal, pues todos nosotros, en un signo u otro, estamos en el proceso de conquistar esa misma esencia divina. Como Hércules, como hijos del hombre, estamos transformandonos gradualmente en Hijos de Dios.

Alma Betania

martes, 18 de marzo de 2014

Encuentro con el Maestro (por El Tibetano)

Él se irguió delante de su Maestro. Oscuramente comprendía que una crisis se había producido en él, conduciéndolo a cambiar de lenguaje, de actitud y plan. El Maestro lo miró y fue de su agrado.
"¿Tu nombre?", le preguntó y esperó una respuesta.
"HerácIes", llegó la respuesta, "o Hércules, me dicen que significa precio­sa gloria de Hera, el brillo y esplendor del alma. ¿Qué es el alma, oh, Maestro? Dime la verdad".
“Esa alma tuya la descubrirás a medida que hagas tu obra, y encuentres y uses la naturaleza que es tuya. ¿Quiénes son tus padres? Dime esto, hijo mío".
"Mi padre es divino, yo no le conozco, excepto que, en mí mismo, sé que soy su hijo. Mi madre es terrenal. La conozco bien y ella me ha hecho como tú me ves.
Asimismo, oh, Maestro de mi vida, soy también uno de los gemelos. Hay otro, parecido a mí. A él también le conozco bien, sin embargo no lo conozco. Uno es de tierra, por lo tanto terrenal; el otro es un hijo de Dios".
"¿Qué hay de tu educación, Hércules, hijo mío? ¿Qué puedes hacer y cuánto te ha sido enseñado?”
"En todas las realizaciones yo soy experto; estoy bien enseñado, bien entrenado, bien guiado y soy bien conocido. Conozco todos los libros, tam­bién todas las artes y las ciencias; me son conocidos los trabajos del campo, además la destreza de aquellos que pueden permitirse viajar y conocer a los hombres. Me conozco a mí mismo como alguien que piensa, siente y vive".
"Una cosa, oh, Maestro, debo decirte y así no engañarte. El hecho es que no hace mucho yo maté a todos aquellos que me enseñaron en el pasado. Maté a mis maestros, y en mi búsqueda de la libertad, ahora estoy libre. Busco conocerme a mí mismo, dentro de mí mismo y a través de mí mismo".
"Hijo mío, eso fue un acto de sabiduría, y ahora puedes permanecer libre. Prosigue tu trabajo ahora, recordando como lo haces, que en el último giro de la rueda vendrá el misterio de la muerte. No olvides esto. ¿Qué edad tienes, hijo mío?”
"Dieciocho veranos habían pasado cuando maté al león, y de ahí que usé su piel. Asimismo a los veintiuno me encontré con mi desposada. Hoy estoy ante ti triplemente libre –libre de mis primitivos maestros, libre del temor al miedo y libre verdaderamente de todo deseo".
"No te vanaglories, hijo mío, sino demuéstrame la naturaleza de esta libertad que tú sientes. Nuevamente en Leo, te encontrarás con el león. ¿Qué harás? Otra vez en Géminis, los maestros a quienes mataste cruzarán tu senda. ¿Los has dejado atrás realmente? ¿Qué harás? De nuevo en Escorpio, lucharás con el deseo. ¿Permanecerás libre, o la serpiente te encontrará con sus engaños y te derribará en tierra? ¿Qué harás? Prepárate para probar tus palabras y tu libertad. No te vanaglories, hijo mío, demuéstrame tu libertad y tu profundo deseo de servir".

sábado, 15 de marzo de 2014

Sesión introductoria

La sesión introductoria tendrá lugar el próximo domingo 23 de marzo de 2014 a las 10:30 horas.
Ponentes: Jesús, Rafa-Josep
Lugar: Montcada