La coraza
Vulcano le dio una coraza de oro, magnética y protectora, el símbolo de la energía emanada de las altas fuentes del poder espiritual, que capacitará al aspirante para emprender los doce trabajos y seguir adelante sin amedrentarse.
La coraza de Vulcano simboliza la ayuda para perseverar en el trabajo y evitar las desviaciones en el camino. Es la energía del 1º Rayo, la que otorga la fuerza de voluntad.
Los caballos
De Neptuno, el dios de las aguas, recibió dos caballos de excelentes capacidades
Neptuno, la deidad de lo acuoso, es el portador del 6º Rayo. El 6º Rayo actúa a través del deseo, dado que tiene que transmutar el deseo en aspiración. El poder del 6º Rayo es para atraer a la mente del hombre hacia el ideal, como lo es el del sacrificio y el servicio individuales.
- “Neptuno es el Dios del razonamiento” (La Doctrina Secreta IV, 349)
- “Ningún hombre empieza a coordinar el vehículo búdhico hasta estar bajo la influencia de Neptuno... Cuando esto sucede, el horóscopo de su personalidad demostrará que la influencia neptuniana domina en alguna parte” (Tratado sobre Fuego Cósmico 712)
- “Neptuno Está vinculado con el progreso de la perfección (Tratado sobre Fuego Cósmico. 713)
La espada
Mercurio, el mensajero de los dioses, el Veloz, obsequió a Hércules con una brillante espada.
El 4º Rayo, el de la armonía a través del conflicto, el que unifica, pertenece a la actividad de Mercurio. Es una energía muy apropiada para Hércules porque en el momento de recibir esta ayuda es un pequeño iniciado que no ha llegado todavía a la gloria del Adeptado.
La espada es el símbolo del discernimiento, del entendimiento y de la resolución, que divide en pedazos, separa y destruye las fuerzas antagónicas -ida y pingala del caduceo de Mercurio- y procura la energía de síntesis, el ascenso de kundalini por sushuma. Al finalizar este ascenso aparecen las dos alas del caduceo símbolo del equilibrio, de la armonía de los dos fuegos, de la síntesis, de la serena expectación.
La justicia se representa por una mujer con los ojos vendados, con una balanza en una mano y una espada en la otra. La espada afilada de la justicia también simboliza el Amor universal, porque no teme herir los sentimientos en las pasiones, sino que va en búsqueda de la liberación de la persona rompiendo aquello que limita su perpetuación en el tiempo, para convertirla en un verdadero intérprete de la Voluntad del Padre o de la Voluntad de Dios.
Esta espada que aúna las energías de 4º Rayo, hay que hacerla presente hoy en día, en este período de profunda crisis, en el que hay que es necesario cambiar fundamentalmente nuestros hábitos de vida y modificar los órdenes sociales y familiares heredados.
El arco y la flecha
Se nos dice que Apolo, el mismo Dios Sol, se interesó en Hércules y reflexionó acerca de qué podría darle que le sirviera. Finalmente le dio un arco y una flecha.
El arco y la flecha nos induce a relacionarlo con Sagitario. La flecha simboliza al discípulo cuya meta es alcanzar la Conciencia. El arco es el medio para alcanzar esa meta. El recorrido de la flecha es el antakarana que surge de la mente animal y se dirige a la mente divina.
Como Sagitario la flecha ha de lanzarse muy lejos, cuanto más arriba mejor, y si puede ser que no culmine jamás la flecha, que vaya continuando su camino, su trayectoria en el éter.
El Rayo máximo del Universo, el Rayo del Amor, el 2º Rayo, a través de la Constelación de Sagitario y por medio del planeta Júpiter, se aloja en el Corazón de los Seres Humanos, la glándula que destila las energías que provienen de estas constelaciones es la Timoides, una secreción todavía desconocida para la ciencia pero esotéricamente reconocida.
El Arquero debe adquirir y mantener firmes el ojo, la mano y la posición, antes de disparar la flecha que, cuando va certeramente dirigida y se la sigue correctamente, lo conducirá a través del portal de la iniciación.
Al estudiar a Sagitario es evidente que uno de los más importantes temas es el de la Dirección. El Arquero guía su caballo hacia algún objetivo específico; envía o dirige su flecha hacia un punto deseado; apunta a una meta específica. Este sentido de dirección o guía, es la característica del hombre iluminado, del aspirante y del discípulo, lo cual se va reconociendo acrecentadamente. Cuando se desarrolla correctamente esta facultad sensitiva de orientación, se convierte en las primeras etapas en un esfuerzo por identificar toda la actividad del alma y de la personalidad con el Plan de Dios, y esto es, en último análisis, la ordenada orientación, el pensamiento de Dios.
En Sagitario, el discípulo tiene que descubrir dos cosas en sí mismo: el poder para progresar en el Sendero y recorrer el Camino, y la capacidad de crear en un sentido más elevado y espiritual. Esto -concierne a la relación que existe entre los centros sacro y laríngeo. Dichos poderes (superiores) son aún embrionarios en las primeras experiencias sagitarianas del discípulo, pero se van desarrollando y adquieren mayor potencia a medida que él vuelve cíclicamente a experimentar la vida en este signo.
Resulta interesante observar que ningún planeta está exaltado ni cae en Sagitario.
La túnica
Minerva, la diosa de la sabiduría, le entregó una Túnica, tejida por ella misma, una Túnica que se ajustaba bien, de rara y fina belleza.
Esa túnica representa a nuestro cuerpo etérico que confiere inmortalidad. La túnica también es símbolo de la vocación
La maza
Y cuando todos los dones habían sido concedidos y él permanecía con su divino equipo, leemos acerca del más intrigante, pequeño detalle: salió y cortó para sí un garrote. Todos estos presentes divinos eran muy hermosos y magníficos, pero todavía no sabía cómo usarlos.
Este suceso simboliza el inicio de la experiencia de sí mismo. El discípulo inicia realmente su camino cuando se despoja de todo báculo externo.
El maestro
El Maestro puede considerarse el séptimo regalo. En los trabajos de Hércules, el logro dependerá muchas veces de mantener la presencia del Maestro en la tarea, de hacer presente en ese momento la consciencia del YO SOY.
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